Barrancabermeja cuenta en su devenir histórico, 83 años de vida municipal. El caserío de este mismo nombre, ubicado en el lugar denominado La Tora, a orillas del río Yuma llamado por los aborígenes Yariguies, hoy Río Magdalena, se convierte en cabecera municipal de un nuevo ente administrativo colombiano, creado en ese entonces mediante la ordenanza número 13 de 1922.

La historia moderna de los antecedentes fiscales en la creación de las contralorías en el país se remonta al año 1922, cuando llegó a Colombia la misión estadounidense encabezada por EDWIN KEMMERER, en el mandato del entonces Presidente Pedro Nel Ospina (1922-1926).  Esta delegación generó cambios jurídicos y administrativos que a la postre instituyó las contralorías Departamentales y Municipales, sentándose las bases para un nuevo reordenamiento del país. Colombia entra de lleno al siglo XX.

Inicialmente el control fiscal en Barrancabermeja se da por primera vez con la creación del cargo de "auditor fiscal" para el Municipio, por medio de la ordenanza número 18 de 1942, en su artículo sexto.

Posteriormente el control fiscal en Barrancabermeja es ejercido por la Contraloría Departamental y este concluye a mediados de 1955; ese mismo año, mediante el  Decreto 0293 del 28 de marzo de 1955 es creada la Contraloría de Barrancabermeja y nombrado el primer Contralor Efraín Calvete Prada mediante Decreto 0449 de mayo de 1955.

En Barrancabermeja el control fiscal de la Contraloría Departamental concluye definitivamente a mediados de 1955; ese mismo año, mediante Decreto 0293 del 28 de marzo de 1955, se creó la Contraloría Municipal de Barrancabermeja y fue nombrado el primer Contralor, doctor Efraín Calvete Prada (Decreto 0449 de mayo de 1955), hecho acontecido en la administración del alcalde militar Capitán Héctor Chavarro Polania. Era la época del mandato del General Gustavo Rojas Pinilla, quién asumió el 13 de junio de 1953 y que posteriormente fue sustituido por una junta militar de gobierno en 1957.

Sin embargo, cuatro años más tarde el Concejo Municipal en uso de sus facultades legales decide oficialmente consolidar el ente fiscalizador con todas sus normas generales de funcionamiento y régimen orgánico, por medio del acuerdo N° 014 de julio 15 de 1959, fecha en la cual nació la actual Contraloría Municipal de Barrancabermeja. 

Este acuerdo en algunos de sus apartes definía la entidad como un “organismo autónomo, dentro de las normas trazadas por la constitución y las leyes, en todo lo relativo a la vigilancia de la gestión fiscal-financiera de la administración pública municipal”, como también ser un órgano asesor en cuanto a organización, métodos y reglamentación contable. Además precisaba sus funciones enmarcadas dentro del Estatuto Unificado de Vigilancia Fiscal de Santander.

El Contralor era elegido por el Concejo para un periodo de un año y podía ser reelegido indefinidamente, según lo establecía el acuerdo Nº 014 en su artículo séptimo. Tenía voz en el Concejo, cuando se trataban proyectos de acuerdo sobre el ramo fiscal, hacienda, crédito público o presupuesto y además en el concejo de Gobierno o Junta de Hacienda Municipal.

La Contraloría reorganizada y con propósitos más definidos, ahora contaba con una planta de personal de 8 funcionarios incluyendo al Contralor. Para la época ya estaba en vigencia “el frente nacional”, circunstancia que obligaba a que hubiera paridad política entre los dos partidos tradicionales en cumplimiento del pacto de Sitges se realizó en un plebiscito nacional que determinó la alternación del partido conservador y liberal en la presidencia por espacio de 16 años. El 7 de agosto de 1958, Alberto Lleras Camargo toma posesión de la presidencia; los directorios políticos municipales certificaban por escrito la filiación del ciudadano a su respectivo partido. Con este requisito en mano, la persona asumía las funciones de su nuevo trabajo.

Hoy Colombia es un nuevo país a raíz de la promulgación de la constitución de 1991, con la cual se ha dado un vuelco jurídico, político, económico e institucional que enmarca a todas las entidades de nuestra vasta nación. La Contraloría Municipal de Barrancabermeja, no es indiferente a este fenómeno, por ello, también ha asumido una labor de renovación y ajuste institucional, acorde con la misión que le define la Carta Magna y las leyes, en momentos en que conmemora su cuadragésimo séptimo aniversario.

Con esta nueva Constitución, la Contraloría Municipal debe trabajar con base en un modelo corporativo distinto al que venía funcionando.   En el pasado su función de auditoria se reducía a confrontar de manera mecánica los gastos con lo realizado, limitándose a una inspección numérico-legal.  En adelante el control fiscal será exclusivamente de carácter posterior y selectivo y la Contraloría Municipal ejercerá funciones de análisis de gestión y de control de resultados. De esta manera la opinión pública dispondrá oportunamente de mejor información sobre la ejecución de los ingresos y los gastos del tesoro municipal, no simplemente como una confrontación de que las partidas se utilizaron en los rubros señalados por el presupuesto, sino de la forma como se llevó a cabo y de su mejor conveniencia económica y social. Este último aspecto vincula de manera directa a los ordenadores del gasto público.

Surge entonces, el Acuerdo 026 de 1992, reestructuró su cuerpo administrativo reestructuración, implementando la planta de personal a 52 Funcionarios, así: Despacho del Contralor, compuesto por funcionarios que desarrollan variadas actividades de apoyo logístico a las tres divisiones; División Examen de Cuentas y Fenecimientos, que cumple con procedimientos legales en contratación, contabilidad financiera y presupuestal; División de Control de Gestión y Evaluación de Resultados, que inició su trabajo a comienzos del año 93 y tiene la responsabilidad de analizar la gestión realizado por la administración y sus institutos descentralizados; por último, la División Auditoria y Contabilidad Presupuestal, que cumple con la labor de auditar el procesamiento electrónico de datos, evaluar la calidad y eficiencia del control interno.

Para esta fecha, cerca del 50% de sus funcionarios en nómina poseían título universitario y tecnológico, asignados a las divisiones de acuerdo con sus conocimientos y experiencias profesionales. A su vez, la Contraloría expidió la resolución administrativa número 187 del 29 de junio de 1993, donde establece el correspondiente manual de funciones y requisitos, además conformó la Comisión de Personal de conformidad con la Ley 27 de 1992 sobre la carrera administrativa.

Con la puesta en marcha de tendencias modernizadoras como tecnificación, alto nivel profesional, independencia, utilización de nuevo software para el procesamiento de información, y funcionalidad en la ejecución de planes, programas y proyectos, se consolida la Contraloría como una organización de estudio y análisis, contribuyendo a elevar el nivel de eficiencia en la Administración Pública Municipal.

Seguidamente, el Acuerdo 031 de 1992 estableció la Nomenclatura que rige para las diferentes categorías de empleos en la Contraloría Municipal de Barrancabermeja, determinando siete niveles administrativos, cuales fueron: Nivel Directivo (1),   Nivel Asesor (2), Nivel Ejecutivo (3), Nivel Profesional (4),  Nivel Tecnológico y Técnico Profesional (5),  Nivel Administrativo (6), Nivel Operativo o Auxiliar (7).

Un año después, mediante el Acuerdo 051 de 1993,  se modificó parcialmente el Acuerdo 026 de 1992, suprimiendo los cargos de Técnico en Estadística, un cargo de Auxiliar de Auditoria y un Juez de Ejecuciones Fiscales y  creando dos cargos bajo la denominación, Técnico en Investigación Fiscal y un cargo de Profesional Universitario Investigador Fiscal Abogado.

Posteriormente, el Acuerdo 069 de 1994,  contempla dentro de las escalas de remuneración de la planta de cargos, el  Conductor II Nivel 7 Grado 03, subiendo el número de funcionarios a 53, y por último el Acuerdo 037 de 1998 crea el cargo de Auxiliar Administrativo Nivel 06 Grado 10, quedando la Planta de Funcionarios en 54.

En el 2004 y en el marco de las condiciones del entorno actual, altamente competitivo y cambiante, generó la necesidad que las entidades transformaran sus estructuras a sistemas de organización más planas, menos jerarquizados, que permitan una mayor flexibilidad y adaptabilidad a las constantes transformaciones de las dinámicas contemporáneas. Esto no es ajeno al sector público, que dentro de las estrategias para hacer un estado más eficiente, ha debido plantear diferentes esquemas tendientes en primer lugar a desarrollar funciones especializadas fuera de las dependencias de la entidad, donde sean más eficientes y menos costosas, una reducción del tamaño de las entidades y el establecimiento de las plantas de personal globalizadas, con la consabida conformación de equipos de trabajo autodirigidos, tal y como lo plantea el empoderamiento.

Es así, que en el año de 2004, se reestructuró la Contraloría Municipal y básicamente por la reducción presupuestal,  atendiendo la Ley de ajuste fiscal (Ley 617 de 2001), estableciéndose una nueva planta de cargos de 18 funcionarios, compuesta por el Contralor Municipal, el Secretario General, el Director de Fiscalización, el Director de Responsabilidad Fiscal, 11 profesionales universitarios, 1 técnico y 2 asistenciales.

Con esta planta de personal, en el 2008, se determinó conformar un equipo de trabajo interdisciplinario, conformado por los mismos funcionarios de la entidad, que definieron como prioridad, implementar y adoptar la norma técnica de calidad NTC GP 100:2004, y en tal sentido, decide subir de la norma NTC ISO 9001:2000 a la norma NTC GP 1000:2004, bajo la Ley 872 de 2003, haciendo énfasis en el control fiscal participativo y de efectividad, y que hace a la Contraloría Municipal, una entidad pública de control fiscal, que maneja sus procesos con calidad y excelencia y que la posiciona como una de las Contralorías que tiene   un alto nivel de maduración en la gestión de calidad.